La jornada del día de hoy se enfocó prácticamente al ensayo de la pastorela. Pues es para el día de mañana y la titular propuso que era mejor que no la presentáramos pues muchos no se habían aprendido lo que tenían que hacer.
Inicie con la clase de matemáticas. Presenté algunos problemas parecido a los de la clase anterior, donde los niños tenían que identificar al .5 como la mitad de alguna cosa, y al .25 como la cuarta parte de una unidad. Eran ejemplos de la vida diaria, por ejemplo representar medio kilo de papa, un cuarto de queso… lo resolvieron correctamente, pero lo que se complicó fue representar un cuarto, ya que no tenían antecedente, sin embargo después de poner el ejemplo de que un cuarto de kilogramo son 250g, entonces cómo podría presentar, la mayoría de los niños levantó la mano y dijo la respuesta correcta.
Seguimos con la resolución del libro de texto. Los problemas presentados hacían referencia a números decimales, per en contexto de dinero, lo que me llamó la atención es que una pregunta decía, ¿Qué representa el .50? los niños pusieron medio kilo o un medio, es decir se quedaron con ejemplo y no se dieron cuenta de que ahora se trataba de $ y no de kg, sin embargo la cantidad presentada era la correcta.
La puesta en común de los ejercicios se complicó. Cuando estábamos calificando entre todos las respuestas del libro los niños se notaban inquietos, estaban en su lugar, peo estaban platicando entre ellos, y no ponían atención a los compañeros que resolvían el ejercicio. Casi al final me enojé con ellos y cancelé la puesta en común, a los que les interesaba dijeron “a porque, hay que seguir”, pero muchos otros les dio igual.
Iniciamos con el ensayo de la pastorela. Me costó mucho trabajo organízalos para acomodar las bancas y poder tener espacio, también para conseguir que estuvieran atentos a la participación de sus compañeros.
La profesora titular me ayudó en la organización. Ella los acomodó y les exigió que lo hicieran bien, los niños le echaron más ganas. Con esto me di cuenta de la diferente concepción que tienen los niños de la profesora y sobre mi, a ella le hacen más caso, le ven llegar y se callan, ella con un solo grito consigue su atención, cosa que conmigo no pasa. Esto me hace reflexionar, sobre qué pudo cambiar, cómo le hago para conseguí lo que ella hace, la solución será imitarla, comportarme como ella y tratar a los niños como ella.
Después de un largo ensayo concluimos a las doce 12:40pm. Se notaba una gran evolución a comparación de hacia unas horas, los niños ponían atención para participar, y se aprendieron sus papeles. Era un trabajo muy bueno.
Entramos al salón y aproveché para introducir al tema de la invitación. Inicie planteando la situación de que necesitábamos un público que nos viera, por tanto íbamos a invitar a las maestras de los otros cuartos. Pregunté a los niños cual seria la forma correcta de dirigirnos a las maestras, seria igual que si nos dirigiríamos a un amigo o familiar.
Tocó la campana y dejamos el tema inconcluso.
Esta fue mu jornada del día de hoy. Un poco desgastante y con muchas preguntas que responder.
Inicie con la clase de matemáticas. Presenté algunos problemas parecido a los de la clase anterior, donde los niños tenían que identificar al .5 como la mitad de alguna cosa, y al .25 como la cuarta parte de una unidad. Eran ejemplos de la vida diaria, por ejemplo representar medio kilo de papa, un cuarto de queso… lo resolvieron correctamente, pero lo que se complicó fue representar un cuarto, ya que no tenían antecedente, sin embargo después de poner el ejemplo de que un cuarto de kilogramo son 250g, entonces cómo podría presentar, la mayoría de los niños levantó la mano y dijo la respuesta correcta.
Seguimos con la resolución del libro de texto. Los problemas presentados hacían referencia a números decimales, per en contexto de dinero, lo que me llamó la atención es que una pregunta decía, ¿Qué representa el .50? los niños pusieron medio kilo o un medio, es decir se quedaron con ejemplo y no se dieron cuenta de que ahora se trataba de $ y no de kg, sin embargo la cantidad presentada era la correcta.
La puesta en común de los ejercicios se complicó. Cuando estábamos calificando entre todos las respuestas del libro los niños se notaban inquietos, estaban en su lugar, peo estaban platicando entre ellos, y no ponían atención a los compañeros que resolvían el ejercicio. Casi al final me enojé con ellos y cancelé la puesta en común, a los que les interesaba dijeron “a porque, hay que seguir”, pero muchos otros les dio igual.
Iniciamos con el ensayo de la pastorela. Me costó mucho trabajo organízalos para acomodar las bancas y poder tener espacio, también para conseguir que estuvieran atentos a la participación de sus compañeros.
La profesora titular me ayudó en la organización. Ella los acomodó y les exigió que lo hicieran bien, los niños le echaron más ganas. Con esto me di cuenta de la diferente concepción que tienen los niños de la profesora y sobre mi, a ella le hacen más caso, le ven llegar y se callan, ella con un solo grito consigue su atención, cosa que conmigo no pasa. Esto me hace reflexionar, sobre qué pudo cambiar, cómo le hago para conseguí lo que ella hace, la solución será imitarla, comportarme como ella y tratar a los niños como ella.
Después de un largo ensayo concluimos a las doce 12:40pm. Se notaba una gran evolución a comparación de hacia unas horas, los niños ponían atención para participar, y se aprendieron sus papeles. Era un trabajo muy bueno.
Entramos al salón y aproveché para introducir al tema de la invitación. Inicie planteando la situación de que necesitábamos un público que nos viera, por tanto íbamos a invitar a las maestras de los otros cuartos. Pregunté a los niños cual seria la forma correcta de dirigirnos a las maestras, seria igual que si nos dirigiríamos a un amigo o familiar.
Tocó la campana y dejamos el tema inconcluso.
Esta fue mu jornada del día de hoy. Un poco desgastante y con muchas preguntas que responder.
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